La medicina más universal, barata y accesible es el ejercicio. Si practicar deporte es tan recomendable. ¿Cómo es que todavía algunos médicos desaconsejan a sus pacientes la practica deportiva? Posiblemente porque ven al paciente como un ser frágil al que hay que proteger ¿Y qué hay más protector que el reposo?
Este enfoque, sinembargo, hace poco por el enfermo que, salvo excepciones, debe moverse. Precisamente el sedentarismo es la principal causa de mortalidad por enfermedades cardíacas. Mientras que es un factor protector, porque disminuye la glucemia y el colesterol sanguíneo.
Si nos centramos en el caso de pacientes trasplantados, los estudios científicos avalan la práctica de ejercicio después de un trasplante. Pues disminuiría los efectos adversos de los fármacos inmunosupresores, y de los medicados con corticoides, que se deben consumir en dosis altas y de forma crónica, ya que, fortalece el sistema osteo-mio-articular.
Tras un trasplante, no debemos despreciar el beneficio social de practicar deporte (pues promueve el sentimiento de pertenecia al grupo y el contacto social), ni obviar el aspecto emocional de su práctica, tan importante en el proceso de recuperación.
Cuándo comenzar el ejercicio en el paciente trasplantado
Una cirugía de trasplante, requiere adaptaciones y un tiempo prudencial de espera. En general, se habla de seis meses de recuperación, aunque esto puede variar. Siempre será un médico quien decida adelantar o retrasar esa espera.
Los primeros intentos de practicar actividad física deben sin sobresfuerzos. Con el paso del tiempo, se podrán incrementar los ejercicios y la frecuencia.
Sería importante el entrenamiento de fuerza, que ayuda a recuperar masa muscular y fortalecer el tejido óseo, pues estos pacietnes han estado obligados a un largo reposo en cama posterior a la cirugía. Por otro lado, el entrenamiento aerobico ayudaría a combatir el aumento de peso que ocasiona el largo reposo, y sería capaz de hipertrofiar las fibras musculares (Cuando el músculo aumenta su diámetro, mejora la transmisión nerviosa en su interior),lo que ayudaría a la sensibilidad. Hemos de recordar que a los trasplantados se les prescriben corticoides, capaces de dañar las terminales nerviosas.
Finalmente, el entrenamiento de resistencia promueve la oxigenación y disminuye las sustancias inflamatorias del cuerpo. Con menor inflamación, hay menos dolores, y con más oxígeno, hay menor riesgo cardiovascular.
Practicar deporte después de un trasplante es fundamental, y deberían participar amigos y familiares en la decisión. Cada equipo médico tratante aconsejará al paciente qué ejercicio es mejor y cuándo comenzarlo.